Y hoy escribo por las guerras. Por la sangre derramada en campo de batalla, derramada por la libertad, derramada por otros. Por el dolor causado a familias de aquellos que pelearon. Por el sufrimiento que causa la pérdida de un ser querido. Por el miedo que te entra en el cuerpo al escuchar las bombas caer. Por el llanto de un niño asustado, que piensa que su padre volverá como le prometió y no ve llegar ese día. Por el control de líderes mundiales que tienen al pueblo por peones de ajedrez. Por los que se alzan por que están hartos. Por todos los que aun en contra de todo pronóstico, vencen en su batalla. Por los que luchan por lo que creen, por lo que quieren. Porque no todas las batallas se llevan a cabo con armas, no todas las batallas acarrean muertos. Porque otras son más difíciles de librar y quienes las ganan no son felicitados ni premiados. Porque a veces es peor lo mental que lo físico. Porque la guerra fría fue mil veces peor que la II Guerra Mundial. Porque todos tenemos una Guerra Fría que librar. Porque todos pasamos por momentos de miedo y tensión en los que uno u otro bando esperan un ataque del otro. Porque las peores batallas no son en las que oyes explosivos, ni ves heridas y muertos. Porque las peores batallas se libran en silencio, y las heridas van por dentro. Porque las peores batallas son aquellas en las que tienes que luchar solo para conseguir la libertad, la felicidad. Porque las peores batallas, en muchos casos, pueden ser las que libras contra ti misma cada día de tu vida y esperas que quizás algún día todo termine. Porque esas peores batallas de tu vs tu, no siempre ves esperanza pero sigues en pie, aguantando los golpes y acumulándolo. Porque en las peores batallas tienes que aguantar los trapos sucios, tus peores recuerdos y la humillación. Porque sabes que tienes que rendirte, que no vas a ganar. Porque el enemigo lo sabe todo de ti. Porque las peores batallas, son las que se ven en tu mirada, en tu sonrisa. Porque esas peores batallas, no siempre las ganas. Porque esas peores batallas las libras sola con todo el miedo en el cuerpo. Porque las peores batallas hacen que llores cada noche en la cama. Porque las peores batallas te impiden dormir por el terror. Y porque esas peores batallas empiezan cuando no lo esperas te matan, te hieren dentro, muy dentro de ti.
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