lunes, 12 de diciembre de 2011

Un montón de mierda que quizás algún día sepa estructurar.

Pienso que las tormentas son bonitas. Que los rayos son hermosos y la música de los truenos la mejor nana. Me gusta pensar en ello como una sinfonía de la naturaleza. Añadiendo a eso un mar embravecido, consigues aún cautivarme más. La furia en su estado puro me fascina, y lo considero la representación de los elementos del enfado. Quizás solo una contestación, quizás una discusión.
Me gusta pensar que soy como el mar embravecido. Que viene y va sin saber ir a ningún lugar. Descargando ira contra las rocas, quizás contra un barco. Un naufrago no sería más que una víctima que estaba en el sitio equivocado en el momento equivocado. Como la gente que se ve afectada en segundo plano por mis enfados. El viento acompaña, enfatizando la sensación. Arranca crestas en mis olas, saca espuma de la ondulación. Soy como las mareas, suben y bajan al compás. De una gravedad lunar que las atrae sin más. 

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