lunes, 12 de diciembre de 2011

Que a nadie le gusta herir, pero todos nos volvemos débiles.

Por mucho que te duela he de decirte que, no importa cuan feliz seas, a todos nos van a llegar momentos duros por los que llorar. Que la gente de la que esperas todo menos traición, también te fallarán. Que aquellos con los que crees que contarás para siempre, se acabarán yendo. Que todos acabamos queriendo. Y a todos nos van a hacer daño. Sí, a ti también te tocará. Que además de ser heridos, todos vamos a herir. Que cuanto más felices seamos, mayor va a ser la caída. Que las personas mienten y engañan. Y quien engaña encuentra quien se deja engañar. Que, aunque no quieras, también vas a mentir. También vas a cegar. Vas a traicionar y abandonar. Aunque no te des cuenta, no eres mejor que todos. Tú también serás el centro del mundo de una persona que tan sólo será una más. Y no, no por ser más noble y seguir con la relación normal eres mejor persona. De hecho, haces el mismo daño, quizás más pues sabrá que tu vida sigue mientras la suya sigue estancada en un sentimiento. Que porque seas moralmente correcto, tus actos también tienen consecuencias, que, de un modo un otro recaerán sobre segundas, terceras incluso cuartas personas o más. Por mucho que te esfuerces, no puedes tener a todos contentos. Así como no puedes preocuparte por todos y así como no vas a poder actuar de forma altruista eternamente. Que en cualquier momento mirarás por ti, si cariño, el egoísmo también te va a rozar. La tentación te va a llamar. Tu también puedes caer. Que la fuerza de voluntad es fuerte, pero también lo es el placer. Que vas a vender tus principios, que vas a traicionarlos. Que tu alma no está salvada de por hecho. Que es una serie de acciones constantes y nunca justificarás ni formalizarás tu salvación. Y, repito, el éxito y la realización personal te acabarán tragando. Y sí, te vas a llevar a gente de por medio. No intentes ser la mejor persona de las mejores, es más fácil destacar por ser la peor entre peores. Que la consumación de tu vida repercutirá en otros. El ser humano mira por si mismo pero no por la comunidad y quién lo intente, cesará en su propósito pues no lo mantendrá.Así que pelea por lo que quieres. Ama como si no te hubiesen herido, déjate amar también. No pienses las cosas dos veces. No mires por los demás en exceso. No dejes que nadie pise tus sueños. Y sobre todo, olvida que:
lo que tu consigues, es lo que quitas de conseguir a otro pero en caso contrario, esa persona no va a mirar por lo que te está privando a ti.

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