miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sr J,

Hoy, como hace cuatro días, escribo por él. Ya no es cuestión de que sea su cumpleaños, si no que me he puesto a reflexionar y me he dado cuenta de cuan importante es para mi. Que desde que entró en mi vida, no ha hecho más que pelear por mí. Siempre ha estado al lado para ayudarme, detrás para cogerme si me caía y al frente para guiarme. 
Con él me siento protegida, velada, cuidada. Sé que me quiere y no dudaría en darlo todo por mí. Me hace pensar que soy querida, valorada, necesitada.
Desde un principio supe que eras un tío directo, alguien que es mejor tener en tu vida. Como tu me has dicho hacia a mi "porque es la mejor inversión que te puedes hacer a ti mismo". Cosas como esas hacen que mi ánimo mejore, y eso es solo una de las cosas que haces por mi, que son muchas. He intentado ayudarte, y espero haberlo hecho, que sepas que me tienes para lo que sea y cuando haga falta.
Te echo jodidamente de menos, añoro hablar contigo hasta altas horas de la noche y que nos riésemos de quienes nos han hecho daño. Me hacía mucha ilusión cada vez que me has defendido y dicho que le partirías la cara por mi. O insultado a todo aquel que me menospreciase, llamándole mayormente deficiente mental. Me haces reír y mucho con tus insultos indignados.
Que alguien como tú de especial me aprecie, me quiera, me hace sentir valorada y que cuento. Y saber que al menos a ti te preocupo me es suficiente. Además, cada cumplido que me dices, sé que es de corazón y de verdad ya que jamás esperaría una mentira por tu parte porque sé que no la habrá.
Jamás quiero perderte aunque perdamos por momentos el contacto sé que la relación sigue intacta. Y espero que siga así por muchos años. No voy a mentir, adoro tu mal genio, tu manera de dejar mal, tus insultos, tus ocurrencias, tu ingenio, tu capacidad para decir cosas preciosas sin ser cursi, tu habilidad para animarme, que eres alguien de palabra y que luches por lo que quieres. Eres un gran ejemplo para mi, has pasado por mucho y aquí sigues estando para los demás (que tu creas que se lo merezcan, no todos jajaja), que nunca te he oído quejarte mucho, de hecho, solo una vez o dos. Que pase lo que pase, sabes que quejarte no sirve de nada e intentas arreglarlo.
Eso es algo que valoro mucho de ti.
Repito esto para que quede constancia de ello y no solo un burdo tablón que quedará muy atrás.
Cada día agradezco que seas un mejor amigo de los buenos y sabes que estoy aquí ya que lo nuestro es una relación recíproca en la que siempre has dado lo que yo haya necesitado y yo haría lo mismo por ti. 
Te quiero, te quiero, te quiero y te vuelvo a querer todos los días así lleva siendo, así es y así será porque tu haces que ello merezca la pena.
Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario