miércoles, 14 de diciembre de 2011

Anécdotas varias.

En todo conflicto, hay dos versiones mínimo. Es gracioso cómo difieren una de otra. Cuando ella te cuenta de primeras todo lo malo de él, que la guarda rencor y le echa de menos. Que todos la han dejado. Que ella solo se enamoró de otro y no tiene culpa de nada. Y que la gustaría volver a llevarse con él. Y cuando él te cuenta que todo era fantástico hasta que ella por nota a una amiga que el descubrió por error, se planteaba tantear al otro y si no, continuar. Que ella le dijo aun estando con el anterior a él, que se habría liado con él en un viaje, poniendo cuernos. Que ella se decidía por él. Y que había hecho lo mismo a todos, tantear. Rastrero.
Me pregunto yo pues, ¿cómo puede haber gente así? Gente que tan siquiera se plantee el usar a las personas como meros seguros. Como compañía permanente hasta que encuentre a otro. ¿No les da vergüenza? Es cosa de dos, no de uno. Y los sentimientos del otro siempre se dan por hechos y se tienen tan poco en cuenta...

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