viernes, 11 de noviembre de 2011

I never knew, what was it like to be alone.

<<I used to be my own protection, but not now...>>
Al fallar, buscas el fallo. Si no lo encuentras, los confundes conscientemente. Echas la culpa a algo aunque sepas de sobra que no la tiene. Te lo repites todos los días. Y ya sabes, al igual que la regla número uno de la política, con esto pasa igual: si repites una mentira las veces suficientes, se convierte en verdad. 
Te lo crees, y has clavado la cruz de tu existencia pues, no importa que te digan lo contrario, vas a vivir con ello el resto de tus días. 
En un desesperado grito de auxilio, haces tonterías. Decepcionas a los que te quieren. Pero siguen sin dar crédito "eres demasiado inteligente para esto, lo solucionarás". Gilipollas. Si lo pudiese solucionar sola, ¿piensas que ya no lo habría hecho? Buscas socorro y nadie te lo da. Te hundes. Estas cada vez más dentro, y has llegado a un punto del cual te va a ser difícil retornar y más aún si sigues sin tener a alguien que se esfuerce por escuchar.

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