Considérame una soñadora, una entidad perdida y a la deriva. Ese eslabón perdido de la cadena, la impar. Que nunca sabes dónde colocar ni cómo tratar.
Considérame una desviada, que tomo la ruta equivocada y ahora no puede volver. La chica que del resto se separó y luego se perdió.
Considérame un cuerpo en vela, que el regreso de su alma anhela.
Considérame un ser inerte. Que no sabe diferenciar la vida de la muerte.
Considérame una ola. Que va y viene sin forma.
Considérame una renegada. Que jamás va a reconocer de los altos mandos la palabra.
Considérame luchadora. Que jamás se rendiría sin conseguir lo que quiere, que una amenaza devuelve y la ofensa no perdona.
Considérame esa luz cegadora, de la esperanza que tantos adoran.
Considérame aquel ayer, este hoy y ese mañana, que de estar contigo no me van a faltar ganas.
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